París me trae recuerdos, muchos. Es una ciudad en la que he estado varias veces, de diferente forma,pero siempre con un agradable sabor. A menudo pienso en esos viajes, agotadoras palizas de andar bajo el sol abrasador (casualmente siempre he ido en verano) y sin parar de levantar la cabeza admirando todo lo que me rla buhardilla de la plaza de la República, volver a cerrar los ojos y pensar hacia dentro:"Escucha, así suena París por las mañanas".
En París descubrí que existen ciudades muy cerca en las que no sólo hay blancos, ví las primeras parejas de diferente color, de mezlca de razas, y mientras esperaba el metro me quedaba asombrada mirando al resto de pasajeros. En París aprendí a montar en metro. A coger un avión. A hablar en francés. Ví que había vida detrás de mi catetismo ilustrado. Y me alegro mucho, sobretodo porque aún me queda mucho por hacer.
Cuando me alborotan estos pensamientos me entran ganas de viajar, de seguir viendo ciudades y por supuesto, de volver a París.
Y tú, ¿en qué estás pensando?
En París descubrí que existen ciudades muy cerca en las que no sólo hay blancos, ví las primeras parejas de diferente color, de mezlca de razas, y mientras esperaba el metro me quedaba asombrada mirando al resto de pasajeros. En París aprendí a montar en metro. A coger un avión. A hablar en francés. Ví que había vida detrás de mi catetismo ilustrado. Y me alegro mucho, sobretodo porque aún me queda mucho por hacer.
Cuando me alborotan estos pensamientos me entran ganas de viajar, de seguir viendo ciudades y por supuesto, de volver a París.
Y tú, ¿en qué estás pensando?