lunes, noviembre 27, 2006

Sevilla, 27 de Noviembre. Temperatura mínima: 10ºC

"La fuerza que ejerce una partícula puntual de masa m1 sobre otra de masa m2 es directamente proporcional al producto de las masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa"

Isaac Newton


Velvetina, definitivamente el invierno ha llegado. La prueba irrefutable de que las columnas de mercurio son cada vez más cortas no son las casi nulas horas de luz disfrutables en mi tiempo libre (y que tanto dieron que hablar allá por septiembre; mi pesimismo es mayor de lo que pienso pues no fui capaz de presagiar el futuro próximo). Tampoco lo es la faringitis que se asienta en mi garganta hasta bien entrada la etapa de desenfreno hormonal, y menos todavía el tembleque que experimenta mi cuerpo desde que sale de la cama hasta que, tras pasar por el baño para cambiarle el agua a las aceitunas (en breve iré buscando por las calles de Madrid el Callejón de los Espejos, y comprobaré si en el reflejo, mi persona experimenta algún cambio o ya me convertí hace tiempo en un esperpento), exprimo las naranjas contra el aluminio pensando en no sé qué (me gustaría que alguien inventara algún utensilio para poder registrar mis pensamientos en esas primeras horas de la mañana; quizás sea el momento del día en el que tengo las ideas más felices, los pensamientos mas positivos, las imágenes más bellas. Quizás no, pero me gusta engañarme a mí mismo recreándome en esa posibilidad).

La verdadera prueba de que el invierno ha llegado es el grano que me ha salido en la frente. La ciencia es exacta, es lo único en lo que creo ciegamente. Lo que no somos capaces de explicar ahora es sólo una muestra de que nos queda mucho camino por recorrer. Probablemente, al final del camino se descubra que el mamón de Jesucristo no multiplicaba ni panes ni peces ni leches. El tío hijoputa fue el primero en desarrollar la pesca de arrastre con una lancha movida por un motor de explosión de cuatro tiempos. Tiempo al tiempo, ya veréis. Pero hasta que se llegue a la destrucción de los opiáceos populares, se hará un gran descubrimiento: la correlación que relaciona proporcionalmente la distancia de la tierra al sol y el tamaño de mi grano.

Veréis, para los poco puestos en astronomía, a pesar de que el invierno es la época del año en la que hace más frío en Europa, la distancia entre la Tierra y el Sol es la más corta de las que corresponden a otras estaciones. Por otro lado, para los poco puestos en mi anatomía (chicas, cada vez quedáis menos, así que corred a ser la más lista de la clase que las matrículas de honor están rifaditas), este grano al cual lo que le falta es salir en mi frente cantando villancicos, siempre sale en el mismo sitio y en la misma fecha(ay María del Monte!! que mal hizo Isabel en no hacerte caso yéndose con ese gañán). Siempre en el mismo sitio: a 3 centímetros de mi ceja derecha por encima y a 2 centímetros de la línea que divide el rostro en dos, hacia la derecha.

Así, la ley que espero y con los años la espero con más desesperanza pues veo que ningún miembro de la comunidad científica se ha preocupado por este asunto de capital importancia (al menos para mi salud mental que tan pachucha anda siempre la pobre), debería relacionar el volumen de pus acumulado en ese poro de mi piel con el cuadrado de la distancia entre los centros del astro rey y del planeta éste que habitamos (intuyo que debe tratarse del cuadrado de la distancia por ello de la fuerza gravitatoria). Además, supongo que deben influir otras y numerosas variables y todas ellas de índoles dispares: cantidad de chocolate ingerida en los últimos 6 meses, tiempo de exposición a la radiación UV en el último verano, masturbaciones realizadas en las últimas semanas, y otras que no voy a citar por no convertir esto en un texto científico... Me gustaría señalar un matiz de la última variable citada. Las masturbaciones que computan en la ley tan esperada (por mi salud mental) estimo que son sólo aquéllas que fueron realizadas en solitario (y no por ello con menos pasión pues el amor propio puede romper barrera infranqueables. De hecho, yo recorrería km y km por masturbarme en un sitio bien romántico y darme una sorpresa a mí mismo por mi aparición tan inesperada: "Pero Spotlees" -me diría a mí mismo- "No te esperaba por aquí por Belgrado". Acto seguido, yo me contestaría: "He venido a darme una sorpresa y masturbarme como un loco presa de su pasión"). Y es que los granos fueron creados para dar a conocer al público ávido de desgracias ajenas las miserias más íntimas. ¿O es que alguno de los lectores ha tenido el enorme placer de poder contestarle a alguna lengua impertinente ante la acusación de grano-pajillero: "La paja no me la he hecho yo, pringao/á. La paja me la han hecho"? Aunque es cierto que una contestación así no te hace ser menos mísero. De hecho, puede incluso empeorar la opinión que tienes de tí mismo mientras caminas a tu casa pensando en aquello que dijiste.

En fin, yo, Spotlessmind (que no spotlesshead, al menos actualmente) creo que tras la aparición de dicha ley tan esperada y con las largas horas de Cálculo de Varias Variables (Bradely y Smith. Ed. Prentice Hall) que tengo a mis espaldas, sería capaz de sentarme un rato en mi mesa, hacer alguna que otra derivada parcial y con ello detectar puntos de silla, mínimos estables, máximos inestables y poder tener criterios de cómo reducir al máximo el volumen de pus en el día más frío del año.

Además del grano en la cabeza, tengo un viejo en la barriga. Y el viejo me está diciendo que hay algún científico loco de la Europa Oriental que en su despacho de una vieja universidad está trabajando intensamente por devolver a mi rostro esa belleza tan merecida y tan en contraste con mi piel tersa y morena que se corresponde con las mayores distancias de la Tierra al Sol y que tanta aceptación recibe en la costa gaditana (pero que rico está el atún de Zahara, mare mía!!(1))

Sin duda alguna no debe ser un cálculo sencillo, así que el viaje me lo voy a hacer con cierta parsimonia, conquistando el placer de la lentitud. Izo las velas y mi Isla, tras varios días en el continente y sin que nos haya gustado lo que hemos visto (aunque siempre habrán algunas guapas cordobesas que te sacan por las estaciones de metro del mundo y te alegran la vida), vuelve a navegar. ¿Alguien se apunta?


(1) Nota del autor: El atún de Zahara no produce granos.

6 comentarios:

Ángela dijo...

Muy ingenioso, sí señor, me has hecho reír. Gracias por el té. ¡Volveré!

GaLa® dijo...

illo, reviéntate el grano ya!que si no no vas a ligar ná de ná. Y abrígate, y cuídate la faringitis. Y que no me entere yo que ese culito pasa hambre.

José Ignacio Montoto dijo...

Las paja mentales,a veces,logran resultados tan interesantes como el escrito con el que nos has deleitado Sr. Spotlessmind, eso sí, he de decirte algo muy importante, se te va a caer el pelo como sigas tocándote tanto esa "Spotlessminga" y te vas a quedar ciego, como decían los antiguos,además -que lo sepas- eres un hereje por confiar el mayor secreto del mundo a los mortales,la zodiac de Jesucristo. Jesucristo era comunista, sólo hay que ver la cara de San José que tiene Julio Anguita, por cierto, tengo un amigo que curra en la boca del Metro de Sol que me ha comentado que le falta un paje de Baltasar, así que ya sabes, si te interesa...

Canción recomendada hoy: Canción de amor propio (Ismael Serrano)

Fragmento: Y allá voy, menudo soy, me dedico un arrechucho....

P.D: Disfruta de ese momento en el que tus dedos exprimen la pus de tu compañera y escupen toda su ira hacia el espejo.

Saludos desde la frígida Córdoba, la más caliente de las ciudades en sus noches de marcha.

(Y yo que soy de los malos...) :-)

adel dijo...

uyyy chiquillo....
yo lo unico q puedo hacer para ayudarte es ir a ver tu piso aqui en Madrid....jeje
1 besito guapo

Velvetina 103 dijo...

Pues yo de lo que tengo ganas es de tomarme una cervecita con mis amig@s y partirme el culo de risa...

Un besito ...y vuelve cuando quieras...

GaLa® dijo...

Ah, lo del atún de Zahara me dá qué pensar...