sábado, diciembre 23, 2006

"Voy en este vuelo transoceánico...

Recuerdo: fig. Cosa que se regala en testimonio de buen afecto.

La prensa bañada por la luz del nuevo año solar te pueden hacen despertar fantásticas ideas en tu cabeza. Le preguntan a un cocinero vasco sobre sus viajes y con cuál de todos los souvenires que ha ido adquiriendo a lo largo de todos ellos se quedaría si tuviera que elegir sólo uno. La respuesta en la entrevista debió ser rápida, sin mostrar la más mínima duda: "Sal. Se usa en todo el mundo, pero en cada sitio es diferente. En Japón encontré una sal que bombean desde una corriente marina que tarda mil años en recorrer el mundo"

Supongo que este cocinero no compró la sal para guardarla en su despensa, ni para regalarla a su alma gemela, ni mucho menos para usarla. Supongo que la compró para que la sal, todas las noches, le cuente antes de dormir, qué lugares ha visto, qué frío hacía en Laponia, el calor brasileño, cómo son los delfines en el Estrecho de Gibraltar y sobre todo cómo ha ido cambiando este mundo a lo largo de los mil años que ha durado su viaje.

Entiendo por tanto que los orientales también tienen un concepto diferente para la palabra recuerdo: ellos adquieren souvenires para dormir bien...

Dulces sueños en estas noches cada vez más cortas

3 comentarios:

GaLa® dijo...

Hmmmmm, creo q se me ha escapado algo...pero muy interesante tu reflexión. Meditaré acerca de ello.Un beso.

Anónimo dijo...

Muy bonita la foto!:-)

Ángela dijo...

Es que sin sal, la vida es tan sosa...